ORAL Y PÚBLICO, emisión del 22/8/1997. La masacre de Trelew - Abogarte

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El 22 de agosto de 1997, habiendo recibido una cobarde amenaza, decidimos hacer el programa tal como estaba pautado, con dos homenajes a sendos hechos fundamentales de la política argentina: la masacre de Trelew y el renunciamiento de Eva Perón.
Trelew tuvo un brutal impacto y vino a ratificar que cuando las clases dominantes se sienten amenazadas, no tienen rreparos en cometer los más  horrendos crímenes de lesa humanidad. Lo habían hecho en el 55 y lo confirmados en el 72.
La masacre de Trelew —o los fusilamientos de Trelew—, en la madrugada del 22 de agosto de 1972 en Trelew, Argentina, consistió en el asesinato de 16 jóvenes peronistas y de izquierda, presos en el penal de Rawson, capturados tras un intento de fuga parcialmente exitoso y ametrallados posteriormente por marinos dirigidos por el capitán de corbeta Luis Emilio Sosa. Los sucesos tuvieron lugar en la Base Aeronaval Almirante Zar, una dependencia de la Armada Argentina próxima a la ciudad de Trelew, provincia del Chubut, en la Patagonia austral.
El 15 de octubre de 2012, el Tribunal Federal de Comodoro Rivadavia resolvió condenar a prisión perpetua a Emilio Del Real, Luis Sosa y Carlos Marandino como autores de 16 homicidios y tres tentativas, así como declarar a los crímenes cometidos de «lesa humanidad».
Un crimen político
La fuga del penal de Rawson y la posterior masacre de Trelew abrió una profunda crisis en la dictadura, que debió asumir la decisión del crimen ejecutado por la Marina, aduciendo que los fusilamientos se habían producido ante un fallido intento de nueva fuga. La realidad es que los militares entraron a las celdas y dispararon a mansalva contra los cuerpos de los militantes. El 5 de septiembre de 1972, el entonces capitán de navío Horacio Mayorga declaró en la misma base Almirante Zar: “No es necesario explicar nada. Debemos dejar de lado estúpidas discusiones que la Armada no tiene que esforzarse en explicar. Lo hecho bien hecho está. Se hizo lo que se tenía que hacer. No hay que disculparse porque no hay culpa. La muerte está en el plan de Dios no para castigo sino para la reflexión de muchos”. El velorio de los militantes asesinados en el local del Partido Justicialista de la Capital Federal fue brutalmente reprimido por la Policía Federal que actuaba bajo las órdenes del Ministro del Interior, el radical Arturo Mor Roig.
El llamado telefónico a Trelew parea entrevistar a Miguel Bonasso y la presencia en el piso de Manuel Gaggero, dos testigos calificados de la masacre de Trelew demostraron que la cobardía de las amenazas anónimas noi hacen mella en la decisión de informar acerca de la realidad, tergiversada aún por la prensa hegemónica.
Abogados comprometidos con los Derechos Humanos pusieron el cuerpo antes y después de la masacre. Este programa de ORAL Y PÚBLICO, el número 128 terminó siendo un documento sonoro histórico, de hechos relatados por quienes fueron en alguna medida, sus protagonistas
La reacción popular frustró la maniobra de la marina de hacer pasar los asesinatos como un intento de fuga y sepultó las aspiraciones políticas de Lanusse
En cuanto al renunciamiento de Evita, fue otro hecho fundamental de la política argentina, donde una de llas figuras más importantes daba el ejemplo de renunciar al boato pero no a la lucha.
A 25 años de aquel programa que recuerdo con gran cariño, hay interrogantes que aún muchos no alcanzar a evaluar y develar. Un análisis profundo, sincero y despojado de “los 70” es algo que nos debemos y que nos merecemos.
El renunciamiento de Evita
No se habían cumplido cinco años desde que había asumido Juan Perón la presidencia de la república, aquel 4 de junio de 1946, cuando comenzó a gestarse una inédita movilización popular para imponer el cargo de la vicepresidencia del próximo período, descontando un segundo mandato de Perón.
Los que de inmediato se movilizaron con mayor ímpetu, ya hacia febrero de 1951, cuando todavía faltaban nueve meses para las elecciones presidenciales, fueron los sindicatos. La CGT hizo un planteo oficial a Perón para proclamar la candidatura de Evita a la vicepresidencia de la nación: la fórmula buscada era nada menos que Perón-Perón. El Partido Peronista Femenino (las mujeres votarían por primera vez en la historia del país) y centenares de agrupaciones políticas se sumaron al pedido cegetista.
La respuesta –evasiva, por cierto- fue que era muy temprano para anuncios oficiales, por lo que se llamó a esperar hasta último momento para las proclamaciones. El 22 agosto, recién conocida la fórmula radical competidora, sería el gran día. Centenares de miles de personas se congregaron en el Ministerio de Obras Públicas, frente de un balcón ministerial del cual colgaba un cartel que rezaba: “Juan Domingo Perón-Eva Perón – 1952-1958, la fórmula de la patria”.
Finalmente, Eva salió al balcón y habló ante la multitud, pero lejos de confirmar lo que todos buscaban escuchar, pidió algunos días para decidir una cuestión tan importante. En verdad, los recelos de importantes sectores de la alianza gobernante –entre ellas nada menos que las Fuerzas Armadas-, coincidían con Perón en que aquella fórmula no era la mejor opción para gobernar por aquellos años. A pesar de horas de vigilia, los millares de movilizados no volvieron a escuchar a Evita aquel día, ni la semana siguiente.
Recién nueve días más tarde, el 31 de agosto de 1951, la mujer de los “descamisados”, por cadena nacional de radiodifusión, anunció su “irrevocable decisión”: renunciaba al honor que los trabajadores y el pueblo de su patria quisieron conferirle. Quien reemplazó su candidatura, por decisión de Perón, fue el viejo radical antipersonalista Hortensio Quijano, quien falleció a causa de un cáncer antes de asumir el cargo. Perón asumió su segundo mandato presidencial sin compañero de fórmula. Recién en 1954 se realizaron las elecciones que llevaron a la vicepresidencia a Alberto Tessaire, quien asumió en mayo de ese año.
También recibimos el llamado de Taty Almeida, Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora, quien se refirió a la masacre de Trelew y repudió, en nombre de su organismo, las amenazas que nos dedicaron “los desconocidos de siempre”
También llamamos al hijo de uno de los asesinados en Telew, Sebastián Toschi



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