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El 27 de junio de 1996 las Madres de Plaza de Mayo dieron por milésima vez, su ronda en la histórica plaza.
Al día siguiente ORAL Y PÚBLICO cumplía su emisión N° 74. Ese mismo día cumplía años Taty Almeida. Iniciamos el programa con el saludo a la querida madre, con mariachi y Las mañanitas, incluidos.
Y con gran satisfacción personal, le leí un poema, una letra para un rock, llamado Verdad, Memoria y Justicia, escrito por mi hijo Pablo.
Siguiendo esta línea de emoción y compromiso, recibimos la visita de otro personaje admirable y adorable, Estela de Carlotto.
Una primera hora de programa que, a 25 años, me provoca una gran satisfacción. La satisfacción de haber hecho lo que creía que había que hacer. Y lo seguiré haciendo. 30 mil razones me empujan.
Estela habló con profundo sentimiento de su hija, lejos estaba el momento en que su lucha logró recuperar a su nieto.
Hizo referencia a él, imaginaba en esa época, como otras abuelas que alguien algún día tocaría el timbre de su casa y dejaría en un canastito a su nieto.
En cambio de eso, los genocidas le entregaron el cadáver destrozado de su hija Laura.
Su nieto Guido, cumplía para esa época 18 años.
Expresó su desilusión en cuanto a la actividad de los jueces, que seguían siendo los de la dictadura y del gobierno que no apoyaron su búsqueda. Refirió a una entrevista con el entonces presidente de la Corte Nazareno.
Abuelas luchaba también por la imprescriptibilidad de los delitos de apropiación de menores y llevaron su reclamo a la CIDH